La Sostenibilidad como diferenciación y valor añadido

(13/02/2009)

D. Ricardo Prieto Calonge, del Depto. de Ingeniería de Dédalo Consultores.
D. Ricardo Prieto Calonge, del Depto. de Ingeniería de Dédalo Consultores.

Se transcribe en este artículo, un resumen de los puntos más destacados de la entrevista publicada en la Revista «Arte y Cemento», realizada a D. Ricardo Prieto Calonge, del Depto. de Ingeniería de Dédalo Consultores.

«La Sostenibilidad como diferenciación y valor añadido»

…»El término sostenibilidad es ya un concepto recurrente en nuestra sociedad: desde el ámbito económico-empresarial al social-medioambiental. En el sector de la construcción y edificación también está presente desde hace años y podríamos decir que en algunos campos ha alcanzado un cierto nivel de madurez, principalmente en todos los aspectos relacionados con el consumo energético (mejora de eficiencia en equipos industriales, HE del CTE, certificación energética…). De cualquier manera, debemos ser conscientes de que la sostenibilidad en edificación debe ir mucho más allá de lo que en estos momentos la legislación nos compromete…»

Algunos datos de esta entrevista:

– En nuestro país, casi el 20% de la energía producida se consume en los edificios

El ahorro energético que se puede conseguir con los criterios de diseño bioclimático llega hasta el 60%, mientras que con los sistemas activos de ahorro (equipos energéticos) es del 30%.

Algunos de los criterios de diseño bioclimático son:

– Huecos en fachada, adaptando las superficies al clima del lugar:

– Una mala orientación puede conducir a un incremento del 50% en el consumo energético.

En las zonas frías se aprovecharán los aportes solares mediante amplias superficies de huecos en fachada sur (40 al 60%) pequeñas superficies en la fachada norte (10-15%) y este/oeste (<20%)

– Combinar los huecos con elementos constructivos de protección solar: aleros fijos, o toldos y persianas regulados manual o mecánicamente

– Utilizar vegetación y arbolado de hoja caduca frente a las fachadas.

– Diseño de los edificios de forma lo más compacta posible, para reducir pérdidas térmicas de la envolvente.

El coste de una vivienda diseñada con principios sostenibles es de un 5% más alto que el de una vivienda convencional, pero el ahorro energético que supone ( del 30% aproximadamente), permite igualar los coste iniciales durante los 30 años de amortización de la vivienda.

Otra de las soluciones concretas que permite hacer sostenible a nuestro proyecto es el uso de sistemas de aprovechamiento de aguas. En el mercado existen diversas soluciones fácilmente instalables como:

– Accesorios y equipamiento para grifería (difusores, limitadores de caudal, cisternas…) que permiten ahorros del 20%

– Sistemas de aprovechamiento de aguas grises (provenientes del lavabo o ducha) para el llenado de las cisternas de agua, que permiten ahorros del 30%

– Sistemas de aprovechamiento y reutilización de aguas pluviales con ahorros del 20%

Estos sistemas son compatibles entre sí, y combinándolos permiten ahorros de hasta el 70% del consumo. Aunque, a nivel económico, la amortización es más larga que los sistemas de ahorro energético, el beneficio medioambiental logrado es muy relevante.

Por último, nos encontramos con la domótica, un sistema que permite controlar y gestionar de forma eficiente algunos de los equipos e instalaciones de la vivienda. Los beneficios de la domótica, además del ahorro energético y por tanto económico, alcanzan altos grados de comodidad y bienestar, seguridad y comunicación telemática, impensables sin esta aplicación.

La inversión para la instalación de la infraestructura básica es de un 1-2% respecto al coste total, mientras que un sistema de regulación, junto con un correcto mantenimiento, puede proporcionar un ahorro del 20% del consumo energético.

Éstas pueden ser algunas soluciones a tener en cuenta en el diseño de una vivienda nueva.

En el caso de viviendas existentes, se puede plantear la realización de una auditoría energética que puede concluir en una reforma en el sistema de calefacción y ACS (el 65% del consumo energético del edificio) o de la instalación de de iluminación (casi el 10% de este consumo)

Todos estos aspectos, nos conducen a concluir que la sostenibilidad es el camino a recorrer. Y que no sólo va a exigir cambios en el diseño de los edificios, sino también en la metodología de trabajo, ya que va a implicar una mayor participación e interlocución de todos los intervinientes de las distintas especialidades a lo largo de toda la fase del diseño.»

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